“Cuadernos del Tamarit” es la línea editorial con la que Juan de Loxa, a principios de los años 90, quiso prolongar la ya extinta revista Poesía 70 y el programa de radio con el mismo nombre, que se emitía en Radio Popular de Granada y estaba también a punto de acabar su longeva y galardonada andadura (fue Premio Ondas en 1982).

Llegó a publicar 6 números, todos en la década de los noventa, excepto el último que se acabó de imprimir el 23 de abril de 2007, cuatro décadas después de la creación de Poesía 70.

En 1967, Juan de Loxa encendió un micrófono en Granada y lanzó al aire algo que aún hoy nos alcanza: Poesía 70. Aquel programa de radio no solo difundía poesía, la convertía en un acto cotidiano, popular, emocionante. Era palabra con música, verso con rebeldía, belleza como forma de resistencia.

El programa radiofónico marcó una época en Granada. Duró 26 años, dejando de emitirse en 1994. Su lugar en la noche granadina lo ocupó José María García.

CUADERNOS DEL TAMARIT

Una colección poética para tiempos reales

Desde la misma raíz que fue Poesía 70, renace ahora la colección “Cuadernos del Tamarit”. No es una editorial. No es una moda. Es una forma directa de decir que la poesía no ha muerto, que puede seguir interpelando, agitando, sorprendiendo.

Cada cuaderno es una edición numerada, con dedicatoria manuscrita y diseño propio. No hay dos iguales. Cada título es una propuesta singular, cerrada y precisa.

Pero además, cada cuaderno se acompaña de una experiencia digital única, accesible a través de un código QR personalizado: lecturas grabadas, videopoemas, canciones, ilustraciones, láminas, reseñas. La poesía no solo se lee: se escucha, se ve, se vive.

Me llamo Javier Benítez Láinez, y con esta colección recojo el testigo de Juan de Loxa. No para repetir lo que fue, sino para continuar lo que él empezó: sacar la poesía del escaparate y devolverla a las calles, a las aulas, a la voz.

Esto no es nostalgia.

Es práctica. Es urgencia.

Es una forma de seguir hablando claro, verso a verso, cuando casi todo el mundo ha empezado a callarse.


POEMA EJEMPLO 〰️ NO INCLUIDO EN CUADERNO 〰️

Hola visitante

Has llegado a un espacio donde la poesía no se lee: se escucha, se ve, se piensa, se comparte.

Cada QR personalizado te da acceso completo a la experiencia expandida del poema.

🔗 Contenido:

- 📄 Texto del poema

- 🎧 Escúchalo leído por el autor

- 🎶 Versión cantada

- 🖼️ Lámina visual

- 📚 Reseña / Análisis

- 📥 Descarga del libro digital

Lectura del poema por el autor

Un archivo de audio donde escuchas el poema leído por Javier Benítez Láinez, con su ritmo, intención y tono al escribirlo.

Poemas musicados

Versión cantada

Los poemas han sido musicalizados con IA. Se han personalizado los prompts de cada poema y elegido el mejor estilo musical para el mismo. Después, en post producción se han eliminado, mejorado o cambiado instrumentos, coros y/o voces.

No son canciones, son liturgias poéticas con sonido.

Los poemas musicados fusionan palabra y música, creando una experiencia sensorial, haciendo cada poema único. ¡Una celebración de creatividad donde letra y sonido se unen!

Lámina

ilustrativa

de cada poema

Lámina ilustrativa de cada poema ∞

Cada poema en nuestra colección está acompañado de una lámina ilustrativa que da vida a sus palabras. Estas ilustraciones no solo complementan el texto, sino que lo interpretan de manera única, permitiendo al espectador sumergirse en una experiencia visual y literaria. Al mirar la lámina, se despiertan sensaciones y emociones que enriquecen el significado del poema, transformando la lectura en un viaje multisensorial. Cada trazo y color elegido por se entrelaza con la poesía, creando un diálogo fascinante entre las imágenes y los versos, invitando a los espectadores a descubrir nuevos matices en cada obra. Así, cada poema se convierte en un universo que, en compañía de su ilustración, cuenta una historia más profunda y resonante.

Análisis literario del texto

Una lectura crítica del poema. Claves simbólicas, interpretaciones posibles y preguntas abiertas.

✒️ Análisis literario de Canción de la casa azul

Canción de la casa azul es un poema construido a partir de una repetición que funciona como eje estructural y emocional: “No le robo la flor cortada”. Esa frase, reiterada como una letanía, no opera solo como estribillo, sino como afirmación ética, como negación de un daño, o incluso como renuncia ritual. En cada repetición, cambia el contexto, el tono, el silencio que la rodea. El poema no narra, sino que canta, o mejor dicho: se contiene en una forma que simula la canción para amplificar lo no dicho.

Desde el punto de vista formal, el texto transita entre la imagen simbólica y la renuncia contenida. La voz poética enumera actos que no ha cometido: no ha dejado que el abismo golpee, no ha sorprendido a la noche, no ha pintado de nostalgia, no ha cambiado a la luna… Una acumulación de gestos potenciales que podrían haber alterado el destino pero que han sido evitados. Esta negativa constante transforma el poema en una suerte de ética poética: no actuar también es una forma de amar, o al menos de no herir.

La imagen central —la flor cortada— remite a una simbología clásica del amor truncado, pero aquí toma una dimensión más compleja: la flor no ha sido robada, pero ha sido cortada. No hay crimen, pero sí pérdida. Esta precisión introduce una ambigüedad sutil: ¿quién cortó la flor? ¿la voz poética? ¿la dueña de la casa? ¿la propia flor al dejarse cortar? Esa ambigüedad atraviesa todo el texto, dando a entender que el silencio, la espera y la ausencia también tienen agencia.

La casa del título no es un espacio doméstico, sino mítico, alegórico. Es la casa cerrada, inaccesible, sin pozo ni voz, símbolo de lo que pudo ser y se clausuró. En este sentido, el poema no describe una ruptura, sino el paisaje simbólico del rechazo y la exclusión. El lobo, en los versos finales, introduce una figura cargada de resonancias clásicas y modernas. No es el animal feroz del cuento, sino una criatura desplazada, sin madriguera ni manada, que espera “sin tiempo” una palabra que no llega. El lobo, como el poema, se queda a las puertas.

Desde una perspectiva simbólica más amplia, se podría leer la Canción de la casa azul como una elegía sin muerte, una declaración de amor sin destinatario, o una carta sellada que nunca será enviada. La renuncia final no es resignación, sino un modo de preservar intacto aquello que ya se ha perdido.

En resumen, es un poema que articula la pérdida sin violencia, la tristeza sin drama y la espera sin esperanza. Una pieza elegante y contenida, donde el lirismo se da en los huecos, en lo que no se toma, en la flor que no se arranca.

🔒 Habitación poética privada

Accede a un espacio exclusivo donde podrás dialogar con el autor, dejar tu lectura, preguntar o compartir tu versión.

🕯️ Esto no es contenido extra. Es la experiencia completa del poema.

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